¿Cómo se calcula tu puntuación crediticia?
Las puntuaciones crediticias se elaboran a partir de la información contenida en tus informes de crédito. Existe la idea errónea de que solo se tiene un puntaje, cuando en realidad puede cambiar según el modelo de evaluación que se utilice.
Tu calificación también puede diferir dependiendo de la agencia nacional de informes crediticios que proporcione los datos. Esto ocurre porque no todos los prestamistas reportan a las tres agencias. Algunos lo hacen únicamente a una o dos, o incluso a ninguna. Debido a estas diferencias, una persona puede tener varios informes y, en consecuencia, múltiples puntuaciones crediticias.
Cuando vas a solicitar un préstamo personal, estas variaciones son especialmente relevantes, ya que cada institución financiera puede consultar modelos distintos para evaluar tu nivel de riesgo.

Aunque cada modelo tiene sus propias variaciones, normalmente consideran estos factores:
- Historial de pagos. Suele ser el elemento más relevante. Refleja qué tan puntual eres al pagar tus deudas. Por su importancia, los pagos atrasados o no realizados pueden afectar significativamente tu puntuación.
- Tasa de utilización del crédito. Representa el porcentaje de tu crédito disponible que estás usando. Los prestamistas prefieren que esta tasa sea del 30% o menos. Contar con crédito disponible suele ser una señal de buen manejo financiero.
- Antigüedad crediticia. Los prestamistas valoran cuentas con trayectoria. Por ello, mantener abiertas tus líneas de crédito más antiguas puede ayudarte, incluso si ya no las utilizas.
- Mezcla de crédito. Se refiere a la diversidad de tus cuentas, como tarjetas, préstamos estudiantiles o hipotecas. Contar con una variedad bien administrada puede mostrar a los prestamistas que entiendes cómo funciona el crédito.
- Monto adeudado. Es la suma de los saldos que tienes pendientes. Liquida tus deudas mensualmente cuando sea posible; esto mantiene tus saldos bajos y demuestra buen comportamiento de pago.
- Consultas rigurosas. Ocurren cuando solicitas una nueva línea de crédito y el prestamista revisa tu historial. Tener muchas consultas en poco tiempo puede perjudicar tu puntuación y dar la impresión de que buscas más crédito del que necesitas.
¿Cómo mejorar tu puntuación crediticia?
La estrategia ideal dependerá de tu situación personal, pero estos consejos suelen ayudar a la mayoría:
- Revisa tus informes crediticios. Consulta los tres informes para asegurarte de que no haya errores, señales de fraude o cuentas en cobranza. Prioriza atender cualquier deuda vencida.
- Paga a tiempo. Es de las mejores maneras de fortalecer tu puntaje. Si te cuesta ser constante, configura pagos automáticos o alertas para evitar retrasos.
- Mantén baja tu utilización de crédito. Intenta que esté en 30% o menos. Puedes lograrlo reduciendo gastos, pagando saldos o solicitando un aumento en tu límite de crédito.
- Evita abrir demasiadas cuentas nuevas. Cada solicitud puede generar una consulta rigurosa que afecte tu puntuación. Además, nuevas cuentas reducen la antigüedad promedio de tu historial.
- Conserva tus cuentas antiguas. Incluso si ya no las usas, mantenerlas abiertas te ayuda a preservar una mayor antigüedad crediticia.
¿Cuánto tiempo tarda en mejorar tu puntaje de crédito?
El tiempo necesario para ver mejoras varía según tu situación. No es un proceso inmediato. Algunos factores negativos se superan más rápido —como un pago tardío aislado—, mientras que otros, como cuentas en cobranza, pueden tardar más.
En la mayoría de los casos, la información negativa permanece en tu historial crediticio hasta siete años. Las bancarrotas pueden aparecer hasta por diez años.
.jpg)
Construir o recuperar una buena puntuación crediticia es un proceso gradual que requiere disciplina y constancia. Al mantener pagos puntuales, utilizar el crédito de manera responsable y revisar periódicamente tus informes, podrás fortalecer tu historial y mejorar tu acceso a mejores condiciones financieras. Aunque los resultados no sean inmediatos, cada acción positiva contribuye a una base crediticia más sólida a largo plazo.